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miércoles, 24 de julio de 2013

Noticia comentada: "Toni Cantó arma otro revuelo en Twitter al burlarse de la pronunciación de Rajoy"

Otra vez que el señor diputado Antonio Cantó García del Moral escribe algo polémico en Twitter. En concreto el tuit ha sido: "No queríaish comparecencia? Pues osh la voy a poner el uno de agoshto, a ver como osh lo montáish con vuestrash familiash #GraciasMariano". Y otra vez una ciudadanía hipócrita que se rasga las vestiduras, se escandaliza e incluso pide su cabeza por algo que es una soberana chorrada.

Vayamos por partes. Primero, el defecto existe, y es parece intolerable que un presidente del gobierno no tenga una buena dicción. No debería poder optar a ese puesto alguien así, o al menos debería comprometerse a corregirlo inmediatamente. No es sólo que no sepa hablar ningún idioma extranjero, es que es incluso incapaz de pronunciar bien las letras del suyo. Y el rey tres cuartos de lo mismo. ¿Alguien ha visto El Discurso del Rey? En otros países consideran por decencia que en ciertos puestos no se pueden tener esos defectos, y se ponen todos los medios para corregirlo. Aquí no, a lo cutre, como siempre. Por cierto, que el propio Cantó tampoco se libra del todo: el "como" del tuit debería ser "cómo". También se les debería exigir buena expresión escrita, además de oral. Eso ya da una idea del nivel de los representantes de este paisucho: si esos son los líderes, cómo (otra vez con tilde) serán los subordinados...

Segundo, quien más quien menos ha imitado a Rajoy o a Juan Carlos recalcando precisamente esos defectos. ¿Qué pasa, que por ser diputado ya no puedes hacer nunca un chiste o una gracia? Máxime cuando no estás en un pleno, sino usando tu ordenador o tu teléfono. Puede argumentarse que es poco decoroso o, si nos ponemos muy remilgados, incluso de mal gusto para una personalidad así, pero desde luego no se puede denunciar nada más, porque el defecto existe y no es algo que él se haya inventado

Tercero, en el Congreso se han oído cosas muchísimo peores: como ejemplo bastante reciente el "que se jodan" de la hija de puta de Andreíta Fabra, la señora del hijo de puta de Juan José Güemes, y ahí sigue, tan campante. Por tanto, que salgan los políticos en tromba y gente que habrá imitado mil veces a Rajoy con sus eSHeSH a recriminarle esto a Cantó es absolutamente hipócrita.


Cuarto, esto no es un asunto nada importante. Nada de esto tiene la menor trascendencia, ni va a cambiar en nada la situación lamentable de este país. Como es costumbre, la gente le da una importancia desmedida a algo que no la tiene y que no les afecta lo más mínimo. O bien se deja llevar por los que usan este tipo de historias sensacionalistas para desviar a propósito la atención de temas incomparablemente más importantes: historias como los cotilleos de la prensa del corazón, los juicios a personajes como José Bretón, las hazañas deportivas de multimillonarios que eluden el pago de los impuestos correspondientes a los millones que ganan, etcétera, etcétera.

Y quinto, antes de que al señor Cantó se le puedan exigir disculpas y retractaciones, hay literalmente cientos de asuntos por los que sus compañeros diputados tendrían no sólo que pedir disculpas, sino haber dimitido hace mucho tiempo, y en muchos casos también estar entre rejas de noche, y cavando zanjas de sol a sol de día. Sólo por mencionar algunos:
  • Toda la cúpula del PP actual, así como la anterior, debería estar encarcelada por financiación ilegal, cohecho y cobro de sobresueldos.
  • Todo el resto del PP debería pedir disculpas (y dimitir o corregir estos desmanes) por haber votado en bloque a favor de una Ley del Suelo que supuso el germen de la burbuja inmobiliaria, por estar privatizando descaradamente la gestión de los hospitales, por haber subido y seguir subiendo impuestos (valga la redundancia) a las clases medias y bajas mientras que para las altas hay amnistías fiscales, por haber rescatado a los bancos privados con dinero público y convertido deuda privada en pública totalmente impagable, etcétera, etcétera.
  • Todo el PSOE debería pedir disculpas (y dimitir los que estuvieran en los gobiernos de Zapatero) por haber seguido alimentando la burbuja inmobiliaria, por haber continuado bailándoles el agua a las eléctricas con el asunto del déficit tarifario y la gestión de la energía a cambio de sinecuras en ellas, por no haber cambiado el régimen fiscal escandaloso e injusto de este país, por no haber modificado la Ley Electoral, por haber construido AVEs y otras infraestructuras inútiles, etcétera, etcétera.
  • Toda IU debería pedir disculpas por haber formado parte (junto con casi todo el resto de partidos, así como los sindicatos) del consejo de administración de Bankia.
  • Toda CIU debería pedir disculpas (y en el caso de Cara-Durán estar en la cárcel) por la financiación ilegal más que probada en el caso Pallerols, y por haber adoctrinado y seguir adoctrinando de una manera descarada a los habitantes de Cataluña en un nacionalismo excluyente.

Así que no os preocupéis por lo que diga o deje de decir Cantó, no hagáis caso a los que utilizan estas historias para desviar la atención, y sobre todo exigid las condenas, dimisiones y disculpas de quien realmente las merece. Que parecéis críos de 5 años, hoSHtiaSH.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Fauna moderna (5): Descargadores compulsivos

Esta especie derivada de los todogratis también merece un tratamiento en estas notas. La característica principal de sus integrantes es una manifiesta incapacidad, o por lo menos reticencia, a comprarse algo original (ya sean CDs de música, DVDs de películas o series, entradas de cine, videojuegos y ahora ya empiezan también con los libros), y en su lugar pillárselo del top-manta o, preferiblemente, descargárselo de Internet.


Cierto es que España siempre ha sido un país en el que las palabras "gratis", "rebaja" o "descuento" producen una fascinación colectiva. No hay más que fijarse en cosas como las colas descomunales de personas que se abalanzan sobre lo que se da cuando un grupo de agricultores decide regalar algún alimento como protesta, la afluencia masiva a cualquier espectáculo gratuito o jornada de puertas abiertas, la gente entrando desesperada a los grandes almacenes en las rebajas para arramblar con todo, o el estar siempre al loro de descuentos y ofertas de distintos sitios (cupones descuento de X, tarjetas de Y, promociones de Z, etcétera, etcétera).


Con la proliferación de Internet y la banda ancha, ahora este tipo de individuos tiene vía libre para obtener casi totalmente gratis lo mencionado anteriormente, gracias a Emules, Megauploads, Bittorrents, streams y demás. En ocasiones esto llega hasta tal extremo de absurdidad que tienen tanta música, cine y videojuegos descargados que no les queda tiempo material de disfrutar de todo ello, y en su lugar lo único que hacen es almacenarlos en discos duros externos o en cajones y seguir descargando aún más, no se sabe con qué fin... No sólo eso, sino que además alardean de ello: te enseñan orgullosos sus cajones llenos de juegos, sus discos externos con gigas o teras de material descargado, el orgasmo que les produjo piratear su videoconsola o que ya han visto una película que ni siquiera se ha estrenado todavía en los cines.

No negaré que por ejemplo las temporadas de series son una clavada y que con los CDs de música se pasan bastante. Ahora bien, los descargadores se escudan en el precio para llegar a extremos realmente delirantes. Han llegado a tal nivel de adicción que sinceramente creo que si una entrada de cine valiera 3 €, y un disco o DVD 10 €, tampoco se gastarían el dinero en ello. Mientras que sea más barato proporcionalmente pagar a la compañía telefónica por la tarifa plana de banda ancha, ahí que seguirán.

De hecho España, en cuanto a volumen de descargas en Internet, en términos absolutos, es el segundo país del mundo, por detrás de China. Pero claro, hay que tener en cuenta que en China la población es 30 veces mayor, así que sale algo así como que un español de media descarga 15 veces más material que un chino, y no digamos ya que habitantes de otros países... En fin, esto da una idea de qué tipo de gente habita este país.

Me exaspera especialmente el tema de la piratería en gente de mi gremio. Un ciudadano de a pie puede que no se dé idea de lo que cuesta hacer un programa informático o un videojuego decente, pero un informático lo sabe perfectamente. Hay una cantidad ciertamente notable de descargadores compulsivos que a su vez son informáticos, lo cual es una señal de hipocresía tremenda. Claro, luego éstos trabajan en empresas y pretenden que les paguen por su trabajo, y que los programas que desarrollen sean de pago. O sea, que los demás me paguen a mí por mi trabajo, pero yo no pago a los demás por el suyo. Qué bien, qué gran ejemplo...


Luego también odian profundamente a la SGAE y se manifiestan en contra del canon. Qué cojones, tendría que ser yo el que protestara contra el canon, ya que yo si me compro un disco duro externo es para almacenar fotos, no para tener películas y videojuegos por la patilla, y estoy pagando por los desmanes de estos jetas...

¿Qué creo yo que se tendría que hacer? Propongo lo siguiente:

  • Por un lado está claro que las discográficas, los cantantes y los actores tienen unos salarios desproporcionados. Otro tema que tiene tela son los derechos de autor, sobre todo cuando hace siglos que murieron (¿que los herederos de Mozart cobren? Vamos, no jodamos.). Tendría que llegarse a unos niveles razonables de retribuciones y precios. Ahora bien, los actuales son caros, pero muchas veces tampoco para tanto: una entrada de cine es como una copa en un bar, y un videojuego, aunque a lo mejor te valga 60 €, te puede durar meses, si te lo compras con un cierto análisis previo.

  • En cuanto al tema de las descargas, en mi opinión se tiene que perseguir individualmente. Para ello, la única salida que le veo es acusar a las compañías telefónicas y proveedores de Internet de complicidad de delito (sin acceso a Internet no puedes cometer el delito, así que son obviamente cómplices) y que, o bien delaten a los descargadores o bien que asuman ellas las multas consecuentes. Sobre lo primero dirán que atenta contra el derecho a la intimidad y las libertades individuales, pero el hecho es que las compañías telefónicas ya monitorizan el tráfico, así que no veo cuál sería el problema. Sobre lo segundo, evitaría tener que juzgar a casi toda la población española, pero si las multas son de cuantía entonces las compañías telefónicas tendrían que subir sus tarifas, y seguramente ya dejara de compensar el usar Internet para descargas, con lo cual éstas se reducirían drásticamente.

O se toman medidas así, o esto sólo va a ir en aumento (de hecho, es que las tarifas telefónicas en España son de las más caras de Europa, y aún así ya se ve lo que hay). Mientras siga habiendo pringados que paguemos de vez en cuando por los originales puede que la cosa se mantenga, pero a lo mejor suben tanto los precios que también nosotros nos hartamos y lo mandamos a la mierda. Los descargadores habrían conseguido entonces que la música o el cine desaparecieran, pagando como siempre justos por pecadores. Además, seguro que tampoco lo lamentarían mucho, sino que encima se burlarían de los pringadetes con el argumento infantil e irresponsable de "sí, los hemos hecho desaparecer, pero que nos quiten lo bailao".