Ese patriotismo con los deportes,
esa Cibeles harta de los saraos,
esa obsesión por tantos recortes,
esas viejas duquesas consortes
de nupcias sobre tablaos.
Esos toreros que se creen Ayrton Senna,
ese "a ver qué mal dato nos cuentan hoy",
esos jueces que no emiten condena,
ese "votar no vale la pena,
yo me quedo como estoy".
Esa prima de riesgo que descalabra,
esa pura y dura especulación,
esos Camps, Griñanes, Matas y Fabras,
ese no cumplir con la palabra
en esta patria de corrupción.
Ese congreso lleno de imputados,
esos recursos al Constitucional,
esa dictadura de los mercados,
esos cámpings de indignados
que siempre terminan mal.
Ese estado de las autonomías,
esas embajadas en ultramar,
esos desmanes de nuestra monarquía,
esa gente que no sabía
lo que tenía que pasar.
Ese país, Hispanistán,
donde no importa el qué dirán,
en que mientras que puedas
con todo te quedas
de choriceo.
Aquí sólo triunfa el truchimán
y quien estudia es ganapán,
no resulta entonces oscuro
por qué el futuro
pinta tan feo.
Ese alza interminable del paro,
ese "pronto vamos a mejorar",
esa soberbia rayana en el descaro,
ese horrible desamparo
de quien ya no tiene hogar.
Esas casas pegadas a la costa,
esos vertidos gracias a Bolidén,
esos bosques incendiados aposta,
esas cenas con langosta
cuando el país "iba bien".
Esos mineros en pleno pie de guerra,
esos ninis que piensan sólo en salir,
esa recalificación de la tierra,
esa gente tan gamberra,
expertos en destruir.
Esas fiestas repletas de alcoholismo,
esos nombramientos en TVE,
ese tradicional enchufismo,
ese irritante pasotismo,
un continuo paripé.
Ese retroceso con el aborto,
esa sensación de no poder más,
ese maldecir "ya no lo soporto",
ese contemplar absorto
cómo vamos hacia atrás.
Ese país, Hispanistán,
donde no importa el qué dirán,
si te dedicas al fraude
el pueblo te aplaude
pues eres listo.
A quien se envidia es a Díaz-Ferrán
y a quien se escucha al charlatán,
mientras alguien decente
piensa impotente
"¿cómo resisto?".
Ese país, Hispanistán,
donde se enardece al gañán,
en el que no ponen peros
a burrear dineros
que sean ajenos.
Que sepas que si me sale el plan,
cosa que anhelo con afán,
veré tu desplomarte
lejos, sin echarte
nada de menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario